jueves, 26 de abril de 2012

EL NO PORQUÉ NO

A  veces ser madre es desesperante (supongo que ser padre también, pero me permitireis que  hable de madres porque es lo que conozco). Hay dias de esos horribles, en los que sientes que no haces otra cosa que gritar, pelear, negociar, discutir, con un mocosete que no atiende a razones. Pero también hay veces que nos ponemos en el papel del NO PORQUÉ NO (lo conozco bien porqué mis jefes lo practican a menudo con nosotros).
Yo intento huir siempre de estas situaciones, e intento decirle que no solo en los casos en que lo considero “de cajón”. El otro día pintamos y él nos quería ayudar... Pues que nos ayude! Se manchará? Seguro! Pero ya está en nuestras manos ponerle la ropa adecuada para que la repercusión sea la mínima posible... 

Creo que es bueno que los niños experimenten con la mayor cantidad de cosas disponibles, siempre que no haya riesgo para ellos, y también creo que, aunque a veces es difícil, es importante para nuestra salud mental y para el bien de la relación con nuestros hijos no desesperarnos ante cosas que es evidente que podían pasar. En este caso las cosas previsibles que podían pasar eran:

Que se manchara
Que me manchara
Que manchara el suelo
Que manchara la pared que no tocaba

Y obviamente pasaron todas...

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